Problemas frecuentes de los primeros dias de amamantar

Alimentar a nuestro bebé con la leche materna es un acto natural y fisiológico y, desde luego, es lo más saludable para los dos. Sin embargo, no está exento de problemas. Los primeros días, hasta que se instaura correctamente la lactancia, casi todas las mujeres tienen dificultades y algunas complicaciones. Es esencial saber que todas ellas tienen fácil solución y que no son motivo para abandonar la lactancia. Vamos a ver a continuación algunos de los contratiempos más frecuentes e importantes, y cómo se pueden sobrellevar.



*Grietas
Son heridas que se presentan en el pezón los primeros días de la lactancia. Pueden llegar a ser bastante profundas y siempre producen mucho dolor. Aparecen en uno o los dos pechos. El dolor es máximo cuando el bebé comienza a succionar.
¿Cómo prevenirlas? : Tendremos que lograr que el bebé tenga una buena succión. Para eso es fundamental que los primeros días no succione nada más que el pecho. Si le ofreecemos mamad era o chupete, el bebé confundirá la forma de succionar y lo hará de manera incorrecta. Si es necesario darle algún tipo de líquido, es mejor hacerlo con una jeringa, un vasito o una cucharita hasta que sepamos con seguridad que está mamanndo correctamente.
Es muy importante dar la toma en la postura correcta (cuerpo frente a cuerpo y cabecita pegada al pecho).
También es aconsejable proteger la piel del pezón. La mejor crema que existe para eso es la propia leche de la madre. Antes y después de la toma, conviene extender una pequeña cantidad en toda la superficie del pezón y aréola.
Está totalmente desaconsejado lavar el pecho antes y después de las tomas, ya que corremos el riesgo de macerarlo y destruir la flora natural de nuestra piel, que tiene la función de protegerlo.
¿Porqué aparecen?: Casi siempre las grietas se deben a que el bebé está mamando de manera incorreccta. El bebé debe suco cionar introduciendo el pezón y gran parte de la aréola dentro de la boca. También aparecen si la postura del pequeño no es la adecuada. La cabeza del chiquito y su cuerpo deben quedar volcados contra el cuerpo de la madre.
¿Qué hacer si tenemos una? : En este caso, debemos contactarnos con nuestro médico para que determine cuál es la causa y nos ayude a corregirla. Hay que tener en cuenta que la grieta tardará unos días en curarse y que, durante ese tiempo, nos vamos a sentir molestas en cada toma: Nos puede ayudar e! uso de pomadas de Vitamina A compatibles con la lactancia, que nos administraremos antes de que e! pequeño comience a mamar, e incluso podemos tomar un analgésico en los casos más graves (siempre bajo la supervisión de! médico que nos está tratando). Otra alternativa mientras la grieta esté abierta es sacar la leche con un sacaleches y reanudar el amamantamiento cuando cicatrice la lesión.
No hay que preocuparse si aparece sangre, ya que, aunque e! bebé ingiera una pequeña cantidad, no va a perjudicarlo. Hay que tener claro que la aparición de grietas no es motivo para abandonar la lactancia materna.


*Ingurgitación mamaria
Este problema aparece cuando durante la produccción de la leche, aproximadamente a los tres o cuatro días después de! parto. Es muy frecuente y consiste en una inflamación muy importante de las mamas (generalmente de las dos). Produce dolor, calor y enrojecimiento en la zona.
La leche queda retenida en el interior de! pecho, fluye con muchísima dificultad y e! bebé no puede succionar debido a que e! pecho está duro y no logra agarrar bien la aréola. Esto empeora todavía más el cuadro porque, si e! pecho no se vacía, aumenta la inflamación.
Generalmente es un problema que produce muchísima angustia a las madres por las molestias que ocasiona y porque el bebé no puede alimentarse conectarnente.
Algunas mujeres incluso tienen unas décimas de temperatura por sobre la habitual, especialmente a última hora de la tarde.
¿Por qué se produce? : Los primeros días de la lactancia existe un desequilibrio entre la «oferta y la demanda»; es decir: e! cuerpo de la madre todavía «no sabe» cuánta leche tiene que fabricar para alimentar al pequeño y casi siempre produce de más. Hasta que este equilibrio se regula, se pueden presentar algunos problemas. Además, al quedar la leche retenida, el pecho se inflama y duele.
¿Se puede prevenir? Debemos evitar que e! pecho permanezca mucho tiempo sin vaciarse. La mejor manera es poniendo al chico a mamar siempre que lo demande, sin que pase demasiado tiempo sin comer (como máximo cuatro horas). Si no lo conseguimos porque el chiquito no lo demanda, podemos vaciamos el exceso de leche presionando con la mano.
Los primeros dias no es aconsejable utilizar el sacaleche, y menos uno electrico, porque provoca un estímulo muy potente y una producción aún mayor de la leche.
¿y si aparece? : Hay que extraer una pequeña cantidad de leche con la mano para ablandarlo y, a continuación, poner al pequeño a mamar. Para que la leche fluya más fácilmente, nos ayudará e! aplicar calor en el pecho (por ejemplo, dándonos una ducha con agua caliente justo antes de la toma). Entre toma y toma, si notamos las mamas muy llenas, nos aliviará e! dolor aplicar frío con cualquier objeto que hayamos metido previamente en el congelador.


*Pezones planos o invertidos
Muchas mujeres, de forma natural, tienen los pezones planos o incluso invertidos (en lugar de salir hacia afuera, se meten hacia adentro). Algunas piensan, incluso durante e! embarazo, que no van a poder dar e! pecho a su hijo, cuando e! bebé succiona de la aréola y no de! pezón.
Este tipo de mamas no son ni una enfermedad ni una contraindicación para la lactancia. Aunque al bebé le cueste, seguramente tarde o temprano terminará agarrándose bien. Además, los depósitos de la leche no están en el pezón, sino en la zona de la aréola, que es donde se debe succionar.
Para no confundirlo y ayudarlo en esta tarea (muy difícil para él), no debemos darle ningún tipo de alimento ni líquido con tetina y, por supuesto, no hay que ponerle chupete, porque si se acostumbra a la forma de la tetina (más fácil de agarrar), entonces le costará muchísimo más engancharse al pecho.
Mientras conseguimos que se agarre bien, podemos sacarnos la leche con un sacaleches y dárselo con una cucharita, jeringa o vaso e insistir poniendo al chiquito al pecho varias veces al día (siempre que lo veamos con hambre).
Si el pequeño está muy irritado o nervioso, no conviene insistir. Será mejor calmarlo primero dándole nuestra leche como hemos explicado antes y, cuando esté más tranquilo, seguirlo intentando.

*Mastitis
Es una infección de la glándula mamaría que se produce cuando la leche que hay en el interior del pecho se infecta por algún microorganismo que penetra a través del pezón. Se trata de una complicación más grave que la anterior, aunque mucho menos frecuente, y puede aparecer en cualquier momento de la lactancia (generalmente no se produce al principio, sino días o meses después de empezar a amamantar).
En este caso, el pecho estará muy enrojecido, con mucho dolor y calor en la zona, e incluso puede aparecer en los casos más graves un absceso (una zona llena de pus). Además, la madre tendrá fiebre alta y mal estado general.
¿Cómo se cura? : Será necesario ir al médico porque tendrá que prescribir un tratamiento con antibióticos.
Es muy importante destacar que con una mastitis no hay que suprimir la lactancia materna, sino todo lo contrario: es necesario vaciar el pecho continuamente para que no quede leche retenida y empeore la infección. Al pequeño no le pasará nada por mamar aunque exista la infección ni porque la madre tome medicamentos; el médico recetará un antibiótico compatible con la lactancia.

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